Concentración.
Palabra mágica que brilla por su ausencia debido entre otras cosas: al uso de las pantallas, a lo atractivo de lo inmediato, y a la incapacidad de superación de retos sin que provoquen frustración.
Sobre todo en edades infantiles llevamos detectando unos años, los cambios metodológicos que durante el desarrollo de la clase tiene que ir improvisando el profesor de manera que el el minibailarín no pierda la motivación, la concentración y el interés durante el transcurso de la misma.
A continuación dejo por aquí pequeños consejos que de momento están dando muy buenos resultados en mis clases de «Bebés», y espero que también sean de ayuda para otros docentes.
1.- A través de las improvisaciones, trabajamos la atención para no tropezar con los compañeros, la escucha de las distintas melodías y ritmos musicales para adecuar nuestros movimientos al tiempo musical e integrar movimientos libres en los diferentes tempos hace también tener que estar alerta en el proceso de creación y creatividad de la improvisación.
2.- Mediante secuenciaciones rítmicas diferentes con distintas dinámicas de traslado.
La atención y la memoria son dos de las funciones cognitivas más conocidas. Por un lado, la memoria es la capacidad de codificar información y almacenarla para posteriormente recuperarla. Por otro lado, la atención es la capacidad de generar, dirigir y mantener el estado de activación para procesar correctamente la información.
La Danza es Educación.
Anita Sánchez